En la classe de historia....

Me sente en al final de la classe, aunque me apasionara historia, siendo nueva me daba mucha verguenza ponerme al principio. Mientras la profesora comenzaba hablar jugaba con el boligrafo para entretenerme, un poco, ya que la materia que estaban dado, ya me la sabia de memoria.

Llegó a la clase y se sentó, por millonesima vez, a oir lo mismo...

Vi como una joven se sento a mi lado, estaba contenta. aunque la leccion ya la tuviera muy repetida y preacticamente memorizada, no era question de faltar a classe. Aun segui juguteando con el boli, hasta que se me cayo en la mesa, de la chica.

- Perdona.- Le dije mientras lo recogia de nuevo y me volvia a poner a juguetear, cuando levante, un poco mas la mirada, vi que un chico estaba prestando la misma atencion que nosotras dos.

Llegué sumamente tarde a clase. Ni siquiera sabía por qué estaba ahí. Podía haberme disculpado, pero no estaba de humor, así que usé mi poder para que nadie se alterara por mi impestiva llegada.
- Maldita sea, Violet- dije en silencio y mi semblante sombrío, se oscureció y se aclaró al mismo tiempo al verla sentada al fondo del salón. sentada junto a Ann, a quien también conocía.
- Acabemos con esto- dije en voz muy baja y llegué junto a ellas. Obligué a un chico que no conocía a cambiarse de lugar y me senté otra vez al lado de Violet.
- ¿Qué hay?- pregunté con voz grave.

Me eché a reír entre dientes, suavizando mis tensos rasgos.
- Odio la escuela- le confíé- Lo único bueno es que estás tú.
Dos alumnas se voltearon a mirarnos y yo les sonreí, aunque utilicé mi poder para que desviaran la mirada. Detestaba las miradas curiosas y eso incluía las lascivas como las de tres chicos que nos miraban también. Fruncí la boca un momento y desviaron la mirada.
- Entonces- proseguí, sin hacer el menor caso de la clase- ¿Qué haremos mientras pasa el tiempo?

Le eché a una ojeada a mi hermano antes de responder:
- Sí, ya había visto a Jasper- avisé, pensativa- En cuanto a lo de las ideas, ¿Por qué siempre he de ser yo la que he de desprenderme de una?- agregué con tono fingidamente agraviado mientras sonreía. Todo esto sucedía en voz muy baja, que sólo Violet pudiera oír pero un momento después se me iluminó la mirada y escribí apresuradamente en una hoja de mi cuaderno:
¿Qué haces? Creí que tú ya estabas acostumbrado a pretender que ponías atención, Jasper. ¿No tienes alguna idea para que dejes de ver al techo pensando en las musarañas?
Al releer el papel sonreí ampliamente, advirtiendo que Violet ya había leído el mensaje, conforme lo iba escribiendo.
Sin decir nada más, me llevé un dedo a los labios por Violet, pidiendo silencio ante su sonrisa traviesa y disimuladamente aventé el papel, acertándole en la mísmisima cabeza a mi hermano, que lo agarró en un abrir y cerrar de ojos. Su mirada de disgusto me atravesó y eso hizo que comenzara a reír con suavidad. Lo miré con una sonrisa de falsa inocencia y luego me volví a decirle a Violet, divertida:
- En lo que mi hermano contesta si es que contesta te propongo que juguemos gato- bromeé.

- Irnos?- le dije en voz baja a Violet, sin mirarla- ¿Es todo lo que se te ocurre? Me sorprende. Me haces venir hasta aquí, y ahora quieres que nos vayamos?
Hice un quedo ruidito de indignación e incredulidad. (Falsos, por cierto ^^) y moví la cabeza negando.
Me incliné sobre el asiento y susurré:
- No, tengo una mejor idea. Es como un aperitivo, en lo que nos contesta Jasper. Si es que nos contesta. ¿Por qué no me das ideas para sabotear la clase de historia?- advertí que Violet ladeaba la cabeza, interesada pero sin entender totalmente- Ya sabes- continúe con naturalidad- que yo puedo hacer que todo mundo haga lo que yo quiera. Podría hacer, por ejemplo- intenté disimular una sonrisa- que el profesor escribiera cosas en el pizarrón que no tienen nada que ver y así divertirnos. ¿Te interesa?- finalicé por preguntar mientras la miraba, inquisitiva.

Medité su propuesta. Realmente no tenía mucho que hacer, así que sonreí, maliciosa y dije, en voz muy baja y sin apenas mover los labios:
- Mira.
Moví una mano con disimulo y empecé a ordenarle en silencio, con el rostro inexpresivo, al maestro que me obedecía sin poderse resistir. Pronto comenzó a bailar el vals y luego danzón, seguido de rock y luego reggae, ante la clase atónita y divertida.
Pero yo nunca dejo nada a medias, al menos si la cosa me gusta. Pronto, animé a todo el salón a que bailara y esperé. Violet, que no se esperaba lo último, me miraba.

Me eché a reír.
- Espera un momento- sonreí- Me hacen falta los vampiros. Y así y todo, poco a poco, animé a todos los vampiros a que se levantaran y bailaran.
Y así lo hicieron. Pero no invité a bailar a Jasper todavía porque él no había tenido la decencia de contestarme y dos, porque me estaba divirtiendo observando.

Al ver que Violet se levantaba también, me levanté yo unos minutos después.
Y sola, sola, bailando alrededor y por todo el salón, bailé yo, con mi propio ritmo interior, silbando, riendo, festejando.
En efecto, el salón parecía una pista de baile.
Al fin decidí hacerle caso a Jasper. Y mie acerqué, diciendo con desenvoltura, con voz de poder, mental, silenciosamente:
- Jasper, si has de querer, te has de mover. Si así lo deseas, baila con nosotros!

Aun seguia sentada, observando como los demas empezaban a bailar. Ivy, havia llegado, y al cabo del rato mucha gente se puso a bailar, no entendi, por que sucedia, aunque supongo que alguna ayuda especial, habra caido por enmedio. Observaba sentada, ya que bailar, nunca fue una de mis cualidades.

Boistezó, sin prestar atención a la charla de las mujeres de al lado. Garabateo un poco su hoja.

Hize una larga sonrisa. Realmente no me habia molestado ni me preocupe, seimpre pense continuar al acabar las classes, la conversacion o por lo menos presentarme como es debido. Me resultaba muy gracioso ver como Ivy y Violet empezaban a bailar.

- Me llamo Ann.- Le dije mientras no apartaba la vista y me amplia sonrisa.

Yo sólo me reía. Sabía que ni a Ann ni a Jasper les interesaba bailar, pero eso era lo de menos. La verdad, también tenía planes para ellos, aunque no dije nada. Luego advertí que ya iba a sonar la campana en unos diez minutos y comprendí que la hora había llegado.
Asi que me paré, inmóvil y seria por primera vez enfrente de Ann. Ésta me miró sin expresión. Y entonces esbócé mi más pícara sonrisa y dije en silencio:
- Ann, te levantarás y bailarás con nosotros... ya!
Ese era mi poder. Y lo usaba. Quería que Ann bailara. Y Ann no tenía más remedio que hacerlo.
No miré a Jasper. Él no me miró a mí. Lo dejé en su mundo. Era mi hermano y no usaría mi poder contra de él.