El Sitio del Árbol de Colores

- Lo sé- sonreí- Sabes? Me agrada que al fin hayas sabido que ando por aquí.

- Lo habria sabido si una personita no se hubera ocultado de mi... - dijo finjiendo tristeza.

Mi sonrisa se hizo más dulce pero tenía un toque de tristeza.
- Lo siento- susurré en voz baja- Pero tenía que ser así

Ladeo la cabeza a un lado mirandola - No tienes que disculparte por nada Ivy, estoy muy feliz de volver a encontrarte hermanita, solo que... - se retracto de su palabras, callando, mirando hacia el cielo una vez mas.
No comprendia porque solo el no habia notado su presencia, perdido en sus pensamiento, era tan vulnerable frente a ella?

Percibí sus pensamientos y sus sentimientos tan claramente como si los hubiera expresado en voz alta. Deslicé una de mis manos heladas por una de las suyas y le dije, poniéndome seria por vez primera:
- La razón por la que no sentiste mi presencia es porque le ordené a tu mente y a tu instinto que no lo hiciera. Ese es mi poder y mi fuerza. Pero es a veces también una carga. Y sin embargo, pese a que hubiera sido mejor seguir escondida, no pude resistir el que volvieses a hablarme, a convivr conmigo. No creo que por ello realmente seas vulnerable ante mí y no creo que sea correcto pensarlo. Ed, ¿En verdad crees que sería capaz de hacerte daño?

- No creo eso Ivy, no serias capaz de hacerme daño al igual que yo a ti, no me lo perdonaria jamas, solo fue un momento de devilidad, lo siento... - se levanto - no es mi mejor momento - sonrio de lado abrazandola.

- Te extrañé mucho, allá, en tierra salvaje - musité a su oído, abrazándolo con fuerza, también.- Creo que, después de mi esposo y mi hijo, la primera persona en la que pensé la primera vez que intenté suicidarme fuiste tú.

Sus ojos e volvieron inexpresivos al pensar en ello, algo olia mal alli, se acercaba, lentamente, lo podia olear, canturreaba en voz alta, un lobo, sus ojos se fijaron en la mata de arboles a su derecha.

Caminaba por el bosque, tranquilo, tarareando una cancion entre los arboles, sabiendo que no devia estar alli, ya estaba aburrido de el mismo sitio.

Me tensé al percibir el olor del hombre lobo.
Siseé y me separé de Ed.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunté al recién llegado sin poder evitarlo de forma hostil.

Yo temblaba. No podía evitarlo, sabía muy bien que el joven Matt podía no ser malo pero los recuerdos... estaban demasiado frescos en mi mente. Advertí que Violet se ponía a mi lado, interviniendo por fin y se lo agradecí. Busqué su mano y ella me aferró.
Cerré los ojos involuntariamente, tensa, expectante.

- !Has algo!- le pedía mentalmente a Edward mientras tanto. No sabía cuánto podía controlarme, mantenerme quieta resultaba casi imposible.- Ed, por favor...

Yo oí lo que decía Violet pero no podía irme de allí sin Edward y sin la propia Violet. Pero Edward no decía nada, no había intervenido y Matt ni siquiera reaccionaba tampoco por lo que no sabía que hacer.
- Oh, por favor!- le suplicaba en silencio tanto a Ed como a Violet- por favor, vámonos de aquí, vámonos de aquí si este... hombre lobo no se quiere ir. Lo mataré si no nos vamos y no puedo hacer eso.

*Matt no reaccionaba, solo tenía la mirada fija en los Cullen. Puse mi mano en su rostro para lograr que me viera.*

-Matt, debes irte ahora!! Entiende!!- me miró fijamente por unos segundos y regreso su mirada a Edward. A pesar de estar lejos de ellos, la tensión no padecia. -Matt por dios!! Parece que quieres morir!!!- casi grité y regrese a tomar la mano de Ivy.

*Ivy tomó mi mano aferrandose fuertemente a ella, mientras me miraba.*

-Tranquila Ivy, vamos de aquí. No tenemos por que quedarnos, ven no te hará nada bien estar aqui por mucho más tiempo.- le dije y la jale mientras caminabamos hacia Edward. -Edward, vamonos. No podemos permanecer aquí. Te lo pido por Ivy, salgamos de aqui.- Edward me miró al escuchar mis palabras, sus ojos estaban llenos de irá.

*Ivy tomo la otra mano de Edward forzandolo a caminar tras nosotros. Empeze a caminar por donde Ivy me había traido, sostenia la mano de Ivy y ella la de Edward. Los tres caminamos rapidamente en silencio atraves del Bosque, dejando a Matt atrás.*

-Todo esta bien Ivy. Tranquila.- susurré pero estaba segura que me había escuchado.

OFF: Podemos seguir en la carretera si quieren =P En el tema que había abierto Edward

OFF: Me gusta la idea, a ver si Edward despierta . Ok Violet, corramos, antes de que intente matar a Matt.

OFF: Vale, entonces posteare alla y me sigues =D

OFF:

Al fin reacciono viendolos ir, algo horroroso habia camputado su mente todo ese tiempo, entro en fase, corriendo lejos de alli.

Yo estaba muy, muy lejos, en lugares del pasado que todavía coexístian en mi mente. Mi respiración era muy lenta en mi cuerpo humano pero no me importaba lo que hubiera alrededor. Viajaba por mis recuerdos como si éstos fueran un río y yo sólo pudiera atisbarlos un instante. Y sin embargo mi memoria se detuvo en un recuerdo, en una escena del pretérito que no había desaparecido y que, por alguna razón, seguía en mi cabeza.


Yo era todavía humana. De pie, me asomaba por un balcón de plata hacía el vacío en una estrellada y clara noche de verano. El aire era asombrosamente puro y una extraña sensación anidaba en mi corazón. Pero no estaba sola. Una criatura oscura se alzaba, hermosa y terrible, detrás de mí, silenciosa pero presente, haciéndome sentir vulnerable.
- La noche es tan hermosa- había dicho yo, intentando no pensar en esa fragilidad.
Su aliento se había entremezclado en mi mejilla con el frío aire de la noche, haciendome estremecer de pies a cabeza.
- Claro que sí.- había respondido él, sonriendo. Siempre había sabido cuando él sonreía.- Tan hermosa como los seres que habitamos en ella.
Sus manos eran siempre frías. Ahora sabía por qué y sin embargo, a pesar de que sentía el más inconmensurable miedo, no había echado a correr. Quizá sabía que no había nada que pudiera hacer. Y, como afirmando mi certeza, aquellas manos heladas me habían aferrado en un ademán de posesión del que jamás pude librarme.
- ¿Qué quieres de mí?- había preguntado entonces, con un leve desvalimiento en la voz ansiosa.
- Quiero tu vida- había sido su respuesta- Quiero tu inocencia, quiero que lo entiendas. Quiero tu silencio.
- ¿por qué?
- Porque decidiste jugar. Y todo tiene un precio. Siempre...

Mi respiración se hizo más rápida. Y abrí los ojos. Si mi corazón hubiera seguido latiendo, estaría haciéndolo enloquecidamente. Mi mente tenía tan grabado aquel recuerdo...
El recuerdo del vampiro que una vez me había convertido.
Comencé a temblar. Aquel ser jamás había desaparecido por completo de mi vida y una parte de mí sabía muy bien que él estaba todavía en alguna parte, esperando, sabiendo que iría con él si así lo deseaba.
Pero aquello tenía que terminar. Fuera lo que hubiese sido...
Impulsivamente, me levanté de un salto y eché a correr a la casa de Violet.