El Salon Principal

Me senti segura, despues de muchos años. Pude ver no con mi poder si no con mi simple vista que Ivy me era sincera y que realmente deseaba ayudarme. Me invito para sentarme, y la acompañe. Me pidio sinceridad, pero en parte me daba miedo de que si viera mi maldad el odio que q ido acumulando, para sortarlo, con el vampiro que havia llegado.

- sinceridad, dices.- Le digo mientras me muestro tranquila, me mostraria sincera, si ella lo deseaba lo haria, no es algo que suelo hacer, pero creo que debia cambiar de plan.- Mi amigo, no es mi amigo, es quien me transformo en lo que soy de forma cruel y horrible. Llevo años persiguiendole, para darle muerte. Cuando llegue a italia, descubri que tratava de un soldado de los Vulturis.- Le dije mientras observaba que se quedaba en silencio, escuchandome atentamente.- Su habilidad especial aun no la se, per es bastante fuerte, la ultima informacion que descubri gracias a una mente vulnerable es que havia venido aqui, a investigar a tu familia y a una humana.

Me paro un momento, debia respirar hondo antes de soltar mi plan.

- En cuanto encuentre su paradero, le atroziare la mente, con mi poder. Para despues beberme su sangre y finalmente quemarle y cortarle a trozitos.- Le digo dejando ver la verdadera maldad, que mi corazon habia escondido tan cuidadosamente.- Me iria muy bien que me ayudases la verdad, pero ahora que lo sabes todo aun deseas hacerlo?

Me reí. Amplia, tranquila, largamente, aún sabiendo que Ann me miraba con una mezcla de desconcierto y tensión.
Se ponía de relieve que ella no me conocía en lo absoluto y que, una vez más, mi poder había funcionado bien. Yo era tan vegetariana como toda mi familia pero también conocía lo que era el odio, la venganza y el dolor. No sólo los entendía sino que- en este caso, sobre todo porque mi familia estaba implicada- estaba dispuesta a ayudar a Ann.
Al fin se acabó mi larga carcajada y la miré a los ojos con mirada tétrica, feroz y brillante.
- No tengas miedo- comencé a decir- de que te mire con repugnancia, te rechace o deje de ayudarte después de lo que me has contado. Comprendo tu situación y no te juzgaré por lo que estás a punto de emprender. En efecto, comprendí por el odio de tu voz desde el primer momento que tu amigo no era en realidad alguien de tu querer.
Lancé un seco suspiro y continúe, con voz baja y letal, de manera que sólo la vampira pudiera oírme:
- Entiendo el odio. Y entiendo tu obsesión. Y porque una vez yo sentí lo mismo, trataré de hacer que las cosas sean más fáciles. Pero ten cuidado. No puedes dejar que él gane y te quite lo poco que te quede de sentimientos. ¿De acuerdo?
Estaba consciente de que mi apariencia dulce, serena y confiable había cambiado. Después de todo, podía ser " de los buenos" pero seguía siendo una cazadora.
Y después de todo... entre vampiros había que apoyarnos.

Es cierto que durante muchos años el odio me havia consumido mi ser, sobretodo despues de que el muriera, de anciano. Ya havia tanto tiempo. Suspire. Tambien es cierto que e matado, y que e echo cosas ruines, y algo que nadie se sentiria avergonzado en contar, pero sabia o por lo menos tenia la espernza que con la muerte de ese ser, acabaria mi odio mi frustacion. Y tamb sabia que Ivy, queria ayudarme.

Aun me quedaba sentimientos dentro de mi, sentimientos que se quedaron allo escondidos por siempre a causa del dolor, pero tal vez con ayuda de Ivy, pueda cambiar, pueda dejar mi antigua vida atras. ((Ya que en los ultimos años, no e matado humanos, solo animales, pero no puede estar mucho con un humano, por ahora)

- De acuerdo, Ivy.- Le dije mientras daba un gran suspiro de alivio.

Sonreí otra vez.
- Tranquila- dije- Entiendo que has sufrido mucho pero tienes que ver las cosas con más calma. No te sugestiones. Ojala...
Mi mirada se dirigió al vacío. Ann me miró, inquisitiva. Le devolví la mirada, ahora con ojos límpidos y tranquilos y le dije con la mayor dulzura:
- Ojala pudieras contarme qué sucedió pero no puedo ni quiero obligarte.
Mi sonrisa se hizo tranquilizadora y estable.
- no te preocupes- dije- Guarda tus secretos, puesto que son muy tuyos. Ya decidirás con el tiempo si me cuentas o no. Por ahora, necesitas ayuda. Y te la proporcionaré.

Mire bien a Ivy, estaba tranquila, se notaba que queria mostrarse asi. La verdad sobre mi transformacion es dura, pero si se lo contara tal vez asi le resultaria mejor, la conexion con el individuo, ya que creo que sabia cual era, su poder especia. Una especia de manipulacion en las emociones humanas, someter a todos.....

- Mi tran...- Apenas podia acabar la frase, sin recordarlo sabia que aun no estaba preparada para decirselo a nadie.- Aun no, no puedo.- Le dije mientra una pequeña lagrima en mi ojo derecho se derramaba.- Entonces me vas ayudar, pues me tienes que decir que visitantes haveis tenido ultimamente la familia, Cullen.


Ahora sabia que me queria ayudar, ademas, se mostraba sincera. Sabia que si lo encontraba gracias a su ayuda, le deberia una durante toda la vida, pero no me importaba. Queria que mis sentimientos frios, se fuera para que llegase algo mas calido.

Atrapé la solitaria lágrima entre mis dedos y le sonreí con toda l adulzura y la comprensión a Ann.
- Comprendo que no sea fácil- susurré- Entiendo. No te presiones.
Me callé un momento, sosteniendo con mi mirada el alma atormentada de Ann.
-No te muevas- ordené en silencio. Ella no lo hizo y tampoco dijo nada. Navegué entre sus emociones, suspendidas en sus ojos y dije finalmente lo que quería saber:
- De los nuevos visitantes, poco te puedo decir de algunos aún. Pero puedo decirte que l persona que buscas aún no se ha erigido ante nosotros. La mayor molestia que hemos conseguido es un hombre lobo joven, nuevo y es imposible que ese chico te haya convertido. Sé que buscas porque tu alma lo grita como lamentos silenciosos.
Le retiré mi voluntad y ella respiró. Le dije con suma suavidad:
- Conozco tu historia, Ann Damel. Has sufrido y visto mucho pero todavía no has aprendido a liberarte del dolor que te carcome el alma. Prueba de ello es que todavía puedes llorar, aún cuando se decía que era imposible que uno de los nuestros pudiera hacerlo.
Ann me miraba con sus insondables ojos verdes, atenta pero aparentemente inexpresiva. Proseguí tranquilamente:
- No digo que esté mal. Yo aún no puedo superar mi pasado. Pero te ayudaré en tu presente. Ven, desde ahora estaremos atentas.

Vi en los ojos de Ivy ayuda, y compresion. Pero sus palabres provocaron en mi una curiosidad sobre su propio pasado, alomejor algun dia llegue a descubrirlo pero estoy segura de que hoy no sera. De momento no havia llegado, eso en parte era malo, tal vez la informacion que me dieron o mejor dicho era erronea o muy pasada. Si lo cierto los Vulturis me dijeron que havia fallecido, alomejor estan en lo cierto, y ya no quede nada que vengar. Pero mientras haya una posibilidad en la que haya, una minima de vengarme lo hare y no la desperdiciare.

Me manteni inexpresiva unos instantes, cuando sonrei a Ivy y dije:

- Gracias.- Le dije mientras le miraba directamente a los ojos.- Estaremos atentas, entonces.- Le dije mientras me levantaba de un golpe, y emprendia un caracter mas jovial y infatil, concordando con el aspecto fisico que llevaba.- Por cierto, no se lo e propuesto a muchas personas esto.- Le digo girandome dejando mi rostro no visible- Puedo borrar malos recuerdos, algo que desees olvidar yo lo puedo hacer desaparecer para siempre...

Me giro y le vuelvo hacer una sonrisa torcida.

De haber sido todavía humana, puede que su propuesta me hubiera desestabilizado. Esatba segura que Ann intuía que mi pasado tampoco había sido placentero pero su propuesta fue como una bofetada. Aún así, de verdad yo ya no era humana y no habían sido malas las intenciones de ella. Y por ello mismo le respondí, muy calmada y controlada:
- Es cierto que mi vida no ha sido de gloria pero me temo que no puedo renunciar a los recuerdos de lo que pasó. Sería peor, como una traición a mi misma y a lo que he aprendido a través del dolor. Será mejor vivir con lo que me ha tocado que negar que lo he sentido.
Me pregutaba si Ann podía ver que me temblaban las manos. Aunque, de todas maneras, no importaba. Yo había tomado una decisión y sería firme en ella, pasara lo que pasara.

Di un paso a tras, mi rostro se intristecio, nunca pretendi herirle, pero vi que le hice daño con mi propuesta. Al ver que sus manos le temblaban, las cogi, y la mire con dulzura.

- Lamento, haverte herido, no era mi intencion, perdoname.- Le dije mientras hacia una leve sonrisa avergonzada.- Nunca vi eso de esa manera, es decir lo de mi poder de borrar recuerdos, es cierto que tienes razon, perdona ante mi osadia.

Me levante levemente y me volvi a sentar a su lado, esperando algo que me indicara, que realmente no pensara que le hice con mala intencion. Si no que quise ofrecerle solo una opcion, nada mas.

- Está bien- dije suavemente. Entendía.- Es sólo que tampoco es fácil para mí el tema del pasado. Pero no te preocupes, entiendo que no lo hiciste con mala intención.
Suspiré y luego sonreí.
- No niego que tu oferta me resulte tentadora- agregué- Pero es algo que está fuera del alcance de mis posibilidades. Te pido me disculpes por mi reacción.

Muestro una sonrisa, placentera. Me puse muy contenta al ver que no la ofendi, realmente.

- Si bueno, tentadora puede ser,pero...- Me paro la miro con la sonrisa juguetona.- Pero, no te disculpes por tu reaccion ya que es totalmente normal reaccionar asi, ahy muy pocas personas que les e propuesto provarlo, pero muchas reaccionaron mal, y otras se limitaron a negar la idea.- Le digo mientras hago una sonrisa leve.- Asi que en parte la culpa es mia, no deberia havertelo dicho tan de repente.

Me paro un momento y miro su reaccion...

Que en realidad no hubo. Ya estaba tranquila y sonreía.
- ¿Qué vamos a hacer ahora?- fue todo lo que dije.

No hubo ninguna reaccion, supongo que todo quedo bien, ya se le veia sonreir y eso me alegraba era la primera persona que conocia de Forks...

- Pues la verdad es que acabo de llegar, y no conozco nah de por aqui.- Le digo con una sonrisa.- Y tampoco no e mirado piso donde alojarme.- Hago una sonrisa de despistada como las que se me dan a mi.- Conoces alguna buena inmobiliaria?

Lancé una larga carcajada.
- Quédate aquí- le dije a Ann mirándola de manera que entendiera que había comprendido su indirecta. Hay un cuarto disponible al lado de mi habitación, puedes quedarte ahí.
Ann sonrió. Yo le enseñe la lengua en un gesto por lo demás infantil y agregué, mirándola por debajo de mis pestañas:
- Esto será divertido- dije y le guiñé un ojo, de forma pícara.

Me rie.
- Eso puedes asegurar-lo.- Le dije.- Gracias por dejarme quedar aqui.- Le digo mientras le suelto una sonrisita.- y dime que entretenimientos ahy en forks?

- Bastantes- respondí, lanzando la sonrisa torcida que compartíamos tanto mi hermano Edward como yo misma, aunque la mía era más femenina, por supuesto- ¿De qué tienes ganas?

- Muchas cosas, pero tengo ganas de correr.- Le dije mientras subio el tono de mi voz, hasta uno mas impresionante- Correr, por la natura, hace tanto tiempo que no lo hago.

- Pues corramos- sonreí y salí disparada fuera de la casa, hacía la carretera, hacia la escuela, sin miedo, porque a esa velocidad... ¿Quién podía percibirnos?
OFF: ¿Le seguimos aquí o nos vamos al bosque? Te advierto que ya ando por ahí, en el sitio del árbol de colores . jejejeje

Inmediatamente le segui corriendo, hacia donde me llevaria

OFF: Pues como te vaya mejor, por mi donde me lleves, aun soy muy nueva asi que muxo no se que ahy xD

- Iremos al centro de Forks- le grité a Ann con voz de viento- Cerca de la escuela, ya veremos qué hacemos, porque de todas formas, nadie podrá vernos.
OFF: Vámonos al instituto, a curiosear, enviaré un último mensaje para decirte dónde andaremos, jejejeje.

- Perfecto- Le dije gritando- Esta noche promete....

OFF: Okis, pa el instituto, que dentro de poko ya me tocaba ir, a cual lugar exacto quieres ir?

OFF: Aparcamiento. ¿Está bien? Contesta allá lo que vayamos hacer, enseguida te alcanzo

OFF: Aprcamiento me parece bien xD... que podremos hacer a ver k pienso...

Entré como un bólido al salón principal. Edward y Violet me pisaban los talones pero no podía permitir que me atraparan. Tenía que recordarme que se suponía que estaba enojada, pero era difícil porque me moría de la risa.